Asar carne a la parrilla es una tradición, además
puede ser una de las formas más saludables de cocinar. No hay aceite para
añadir a la ingesta, grasa extra y calorías. Sin embargo, esta forma de cocinar
carne entraña algunos peligros, las carnes poco cocidas o preparadas
inapropiadamente pueden llevar a indigestiones o envenenamientos. Por otra
parte, comer carnes quemadas podría incrementar el riesgo de ciertos tipos de
cáncer. En esta entrada consideraremos la forma segura de cocinar a la parrilla
mientras que en la siguiente examinaremos la conexión con el cáncer.
Cada año, miles de personas son víctimas de
envenenamiento por comer carne mal cocida, aves y otros productos animales. Las
bacterias del tipo E. coli y salmonella son residentes regulares de la carne de
pollo, res y otras. Si cocina la carne a una temperatura insuficiente para
matar la bacteria, pueden prosperar en el tracto digestivo y llevar a síntomas
como vómitos, dolores de estómago y diarreas. La prevención de estos
envenenamientos comienza en la preparación. Siga estos consejos para asegurarse
de que la carne asada a la parrilla no le enferme:
- Clasifique los alimentos. Mantenga la carne cruda separada de frutas, vegetales, y otros alimentos que se comen sin cocinar, para evitar contaminación bacteriana. Corte la carne cruda en superficies diferentes a otros alimentos. Entonces lave toda tabla, plato y utensilio que tocó la carne cruda con agua caliente y jabón.
- Limpieza de todo. Lave incluso sus manos con agua tibia y jabón al menos 20 segundos antes de preparar la comida e inmediatamente después de manejar carne cruda. Instruya a quien también vaya a manejar alimentos.
- Mantenga la carne fría. Almacene la carne y las aves en el refrigerador hasta que esté listo para asarla. Si debe conservar una carne proveniente de la parrilla, o si la va a consumir consérvela caliente a más de 60° o póngala en el refrigerador dos horas. Congele cualquier carne que no vaya a usar en las próximas 24 horas.
- Cocine la carne completamente. La carne puede lucir terminada de cocinar en el exterior y aún estár bastante cruda por dentro. El color interno no es un criterio confiable . así que para estar seguro de haber concido bien una carne, inserte un termómetro en la parte más gruesa de la carne y continue cocinando hasta que el mismo alcance las siguientes temperaturas según el tipo de carne:
- Pavo o pollo entero o la pechuga: 74°C
- Pavo o pollo deshuesados: 74°C
- Hamburguesa, carne molida: 70 °C
- Filetes o bistecks: término crudo 60°C; medio 70°C; cocida 80°C
- Cerdo: 70°C
- Pescado: 62°C
- Salchichas y encurtidos: 74°C o evaporando en caliente.
Mantenga los alimentos cubiertos cuando no está
comiendo si no desea compartirlos con los insectos, ya que pueden llevar
gérmenes en sus patas y cuerpos y los depositan doquiera que se posan, si algún
insecto toca su comida bote ese pedazo. La última parada de dicho insecto ha
podido ser un basurero o aún peor.
No deje de ver en la próxima entrada la conexión
entre la carne a la parrilla y algunos tipos de cáncer. Comparta a su alrededor
y comente su opinión y utilidad de este artículo. Manténgase saludable.
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